Camarena tenía dos molinos harineros que estuvieron en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. El Molino de Arriba aún se halla en buen estado. Está situado muy cerca del pueblo, junto al río y un viejo puente de piedra.

      Otras muestras de arquitectura popular son el lavadero municipal, curiosamente enclavado en el centro del pueblo, y muchas de las antiguas viviendas del casco urbano, de hasta tres y cuatro plantas, construidas con piedra y argamasa de yeso, llamado aquí aljez, y cubiertas con techumbre de madera y teja árabe.

 

      Hasta la construcción del lavadero del pueblo, hacia la década de 1920, las mujeres iban a lavar la ropa al antiguo lavadero de la Fonsomera, a casi un kilómetro de distancia, en el camino de los Baños. No se sabe cuándo se construyó éste. Ha sido restaurado recientemente por el Ayuntamiento, instalando una cubierta de madera y teja, acondicionando el camino de acceso y construyendo un muro de contención de piedra caliza. Las paredes estaban bastante bien conservadas. Se ha mantenido también el abrevadero o “gamellón” junto a la carretera.

 

      Son interesantes las casas construidas entre finales del siglo XIX y principios del XX, durante la época de esplendor del veraneo relacionado con las aguas medicinales. Esas viviendas incorporaban elementos modernistas en sus fachadas.

      El Mas de Navarrete es en realidad una pequeña aldea que conserva intacto el sabor de su arquitectura tradicional. Una frondosa arboleda la rodea y una acequia de aguas puras y frescas recorre la calle principal, procedente de la fuente del Zarcillo.