La Operación Térmica se ha saldado con la detención de siete varones y una mujer, que operaban en Guadalajara, Madrid, Toledo, Teruel y Zaragoza.Tenían montada una red de receptadores que se hacían cargo de los objetos robados. Traían a nuestro país a mujeres de Rumanía para ejercer la prostitución en polígonos industriales.
La investigación policial, llevada a cabo por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría de Guadalajara, denominada Operación Térmica, se ha prolongado a lo largo de seis meses, llevando a la detención de ocho de sus integrantes.
Este grupo criminal, afincado en el Corredor del Henares, localizaba sus objetivos en un radio de hasta 400 kilómetros, desplazándose en el mismo día al lugar seleccionado para perpetrar el hecho y regresar con numerosos objetos robados, que ocultaban en una nave industrial de la localidad de Alcalá de Henares (Madrid), desde donde a su vez los distribuían a toda una red de receptadores de objetos robados.
Se les imputan decenas de robos en Azuqueca y Alovera de Guadalajara, Carranque (Toledo), Alcalá de Henares y Daganzo de Madrid, Teruel y Camarena de la Sierra y en Maluenda y Daroca de la provincia de Zaragoza, entre los objetos recuperados se encuentran radiadores, electrodomésticos, taladros percutores, generadores, compresores, grupos electrógenos, dos máquinas niveladoras de hormigón y miles de litros de aceite industrial.
También se han incautados unos cuatro mil litros de gasoil, el cual previamente había sido sustraído de vehículos de alto tonelaje y naves agrícolas de la localidad de Daganzo, que posteriormente la organización utilizaba para repostar los vehículos con los que se desplazaban a realizar los robos, con el objetivo de que los mismos no pudieran ser captados por las cámaras de seguridad de estaciones de servicio. Del mismo modo cuidaban de respetar al máximo las reglas de circulación, con el fin de evitar ser detectados por radares o patrullas de tráfico.
En la misma operación se han recuperado varios motores de automóviles procedentes del robo de vehículos e incluso una furgoneta recién comprada, la cual habían desmontado por completo y cuyas piezas tenían dispuesta para la venta.
Dentro de los delitos que se les imputan está el de la explotación de mujeres con fines sexuales, ya que la organización se encargaba de trasladar a nuestro país a mujeres provenientes de Rumania para ejercer la prostitución en diversos polígonos industriales de Castilla-La Mancha y Aragón.
Estas mujeres eran alojadas en pisos alquilados por la propia organización, siendo sometidas a un férreo control por parte de sus miembros, a los que debían entregar diariamente los ingresos procedentes de su ilícita actividad, los cuales pasaban a engrosar las arcas del entramado criminal.
En los registros de estas viviendas se han incautado varias papelinas de cocaína, las cuales eran utilizadas por la organización para que las mujeres explotadas sexualmente las vendieran a sus clientes, así como un fardo lleno de tabaco producto de los robos en diversos bares.
El grupo delincuencial tenía una estructura piramidal, en la que el jefe del grupo era el encargado de la distribución de funciones, recababa la información necesaria sobre los objetivos y contactaba con los receptadores de la mercancía, mientras cuatro de los integrantes se dedicaba a la fase operativa de los robos, otra al transporte y dos de ellos al control de las mujeres.
La gran mayoría de los objetos sustraídos los enviaban a Rumanía a través de diferentes empresas de paquetería para su distribución, donde la cabeza de la organización tenía su sede.
Los integrantes de este grupo organizado tienen numerosos antecedentes por robos cometidos en nuestro país, tanto por la Policía Nacional como por parte de Guardia Civil.
Todos los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, la cual decretó el ingreso en prisión de tres de ellos
Fuente: El Día Digital