Compuestos y sin pan. Así se encontrarían desde hace cuatro meses los habitantes de Camarena de la Sierra, en la Comarca de Gúdar-Javalambre, de no ser porque quien atiende la única tienda del pueblo los abastece por encargo con el pan que diariamente lleva desde Teruel.
A principios de noviembre, la pareja que desde hace seis años gestionaba este servicio público en la localidad colgó el cartel de "vacaciones". En principio, el letrero rezaba que en 21 días, pero ya han pasado casi cuatro meses desde entonces y nadie los ha vuelto a ver.
"Llevaban algún tiempo quejándose y en septiembre nos transmitieron que igual tenían que dejar de dar el servicio porque ya no era rentable, pero en ningún momento lo hicieron de manera oficial. Colgaron el cartel y se marcharon sin dar explicaciones ni devolvernos las llaves", explica el alcalde de la localidad, Ramón Gimeno, quien se siente "molesto" y "decepcionado". "Cuando sacamos el concurso tuvimos varias solicitudes y esta pareja, de origen argentino, nos pareció perfecta. Sin embargo, hemos tenido que llegar a denunciar el abandono porque consideramos que no se puede dejar de dar un servicio público de estas maneras", añade el primer edil.
El Ayuntamiento no tiene llaves para acceder a las instalaciones y tampoco puede hacerlo sin una orden judicial. Por eso solicitan a los Juzgados la rápida resolución del caso para poder adjudicar el servicio de nuevo. La pareja que hasta hace unos meses daba el servicio tenía la panadería y un piso en el mismo edificio de unos 90 metros cuadrados. Por ambos, pagaban alrededor de 125 mensuales y su contrato estaba firmado para 20 años. “Han incumplido la firma, por lo que tendrían que pagarnos los años que les faltan. Estábamos dispuestos a olvidar ese tema si nos hubiesen devuelto la llave, pero ahora ya estamos en manos de la Justicia”, confiesa Gimeno.
El pan llega por encargo desde Teruel
Durante este tiempo, los vecinos encargan y compran su pan diariamente en la única tienda del pueblo, pero todos esperan la pronta recuperación del servicio. Óscar, quien vive en Teruel, lleva las riendas de la tienda junto a su hermana y se encarga de comprar allí el pan y subirlo diariamente hasta Camarena. “Yo soy el primero que quiero que el servicio vuelva porque con esto no obtengo ningún beneficio, lo hago por el pueblo”, explica Óscar, quien a diario recibe el encargo de unas 30 barras, que en algún fin de semana especial pueden llegar a convertirse en dos centenares. “Siempre traigo el encargado y un poco más porque vienen muchos turistas de visita y suelen comprar embutido para comer. Pero si no pueden comprar pan en el pueblo, no hacemos nada”, apunta.
Según los últimos datos del INE, Camarena tiene 138 habitantes empadronados, pero desde el Ayuntamiento aseguran que entre semana no pernoctan más de 90. Afortunadamente, el colegio se mantiene con siete niños y esperan la llegada de una familia, descendiente de la localidad y con dos niñas, que pretende regresar al pueblo en los próximos meses. “Lo ideal sería poder sacar el servicio otra vez a concurso y que alguna familia con descendencia en edad escolar se hiciera con él para poder mantener la escuela en condiciones”, explica el alcalde, quien asegura que durante la última semana ya han recibido varias llamadas de personas interesadas en hacerse cargo de la panadería.
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