Lugar muy querido y visitado por los habitantes y visitantes asiduos de Camarena. En su cima se encuentra la ermita del santo que le da nombre. Aunque se puede llegar hasta allí con vehículos, su ascensión a pie es altamente gratificante. Es otra de las mejores atalayas de la sierra. Desde ella se pueden divisar numerosos pueblos y sierras de la provincia de Teruel y la capital se contempla en toda su extensión.